Según se dice, Fintano era originario de Leinster y nació a principios del siglo IX. Los invasores del norte le llevaron como esclavo a las islas de Orkney, pero el joven consiguió escapar y pasó dos años bajo la protección de un obispo en Escocia. Después hizo una peregrinación a Roma. En el camino de vuelta, se quedó con unos ermitaños en Rheinau, en Suiza, y allí pasó el resto de su vida. Su santidad edificó a toda la comunidad. San Fintano pasó los veintidós últimos años de su vida enteramente solo y jamás encendió fuego en su celda. Sus reliquias fueron depositadas en Rheinau en 1446. Su fiesta se celebra todavía en esa población.
El texto de la única biografía latina puede verse en Mabillon, AASS OSB, tomo IV, vol 1, pág 356-360, y Monumenta Germaniae Historica, Scriptores, vol. XV, pp. 503-506. Cf. Gougaud, Les Saints Irlandais hors d'Irlande (1936), pp. 95-96.