Santo muy venerado en Castel Volturno, en la provincia de Caserta, hasta la actualidad su estatua es llevada en procesión en agosto, por el río Volturno, para proseguir a pie por la ciudad, hasta la iglesia principal. Su celebración está inscripta el 11 de febrero en el célebre y antiquísimo «Calendario marmóreo» de Nápoles, una pieza de mármol del siglo IX que da testimonio de las costumbres litúrgicas de la iglesia napolitana, a la vez que libra del olvido el culto de muchos santos antiguos cuyos hechos se nos han perdido.
San Castrense es uno de ellos. Las noticias sobre él son inciertas; según una tradición, fue obispo de Castel Volturno, según otra, lo fue de Sessa, y allí murió, «en medio de su pueblo, luego de celebrar los sagrados misterios». Una legendaria Pasión lo incluye en un grupo de doce o trece obispos africanos que en el siglo V arribaron a la Campania para huir de la persecución de los Vándalos. Sin embargo ninguna de estas noticias es muy admisible como testimonio fehaciente, e incluso el Martirologio actual no lo inscribe como obispo, a pesar de que lo encontraremos así caracterizado en toda su iconografía.
En Campania hay numerosas iglesias dedicadas al santo, ya sea como Castrense o como Castrese. En Capua es celebrado el 29 de diciembre y también el segundo domingo de mayo, fecha que según la tradición fueron trasladadas sus reliquias.
Basado en un artículo de Antonio Borrelli. En la imagen, busto relicario del santo.