Bernardo de Tirón, conocido también con el nombre de Bernardo de Abbeville, tuvo una vida muy variada y turbulenta. En su juventud fue monje en el convento de San Cipriano, cerca de Poitiers; después fue prior del monasterio de San Sabino, cuya disciplina se esforzó por restaurar. Sintiéndose llamado a la vida eremítica, abandonó el monasterio y entró en una especie de Tebaida, en el bosque de Craon. Sin embargo, los monjes de San Cipriano le persuadieron para que volviese al monasterio y fuese su abad. Como la abadía de Cluny exigiera al monasterio de San Cipriano algunas cosas que el santo no estaba dispuesto a conceder, renunció a su cargo y volvió a la soledad de Craon. En las regiones circundantes predicó misiones, con el beato Roberto de Arbrissel y otros monjes. En 1109, construyó un monasterio benedictino de gran observancia en unas tierras que le habían regalado. Murió santamente el 14 de abril de 1117. La nueva comunidad prosperó y se extendió aun fuera de Francia, hasta Caldey Island. La iglesia de Caldey Island fue devuelta a los católicos en 1913, y allí se empezó a celebrar de nuevo la fiesta de san Bernardo de Tirón.
G. Grossus escribió una biografía latina muy poco satisfactoria, basándose en materiales antiguos; ver Acta Sanctorum, abril, vol. II. Ver también Corblet, Hagiographie d'Amiens, vol. I, pp. 271-307, y vol. IV, pp. 699-700; J. von Walter, Die ersten Wanderprediger Frankreichs (1906). Cf. D. Knowles, The Monastic Order in England (1949), pp. 200-202, 227.