Alejandro, patrono de la ciudad de Bérgamo, en Italia, es representado tradicionalmente como soldado romano, y se lo supone miembro de la famosa Legión Tebea, cuya memoria se celebra el 22 de septiembre. Es uno de los que se libraron de esa primera matanza de san Mauricio y sus compañeros; huyó hacia Italia pero fue reconocido en Milán y atrapado. En la cárcel es visitado por san Fidel y el obispo san Materno, y el propio san Fidel le organiza la fuga, pero en Como fue nuevamente capturado y enviado a Milán para su decapitación. Fue milagrosamente librado de ella y vuelve a huir, refugiándose en Bérgamo. Una vez allí, no se mantiene escondido, sino que se dedica a predicar y convertir a los bergamascos, entre los que se cuentan los futuros mártires Fermo y Rústico. Fue entonces nuevamente capturado y decapitado el 26 de agosto del 303, en el sitio donde en la actualidad se encuentra la iglesia de San Alessandro in Colonna.
La historia de Alejandro de Bérgamo está llena de los tópicos de las leyendas hagiográficas, y no es posible corroborar su pertenencia a la Legión Tebea, y por tanto la época concreta y circunstancias de su martirio, pero apenas es posible dudar de la existencia en Bérgamo del antiguo culto a un soldado romano mártir, de nombre Alejandro, torturado y muerto por haberse negado a renunciar a la fe cristiana. El cuerpo de Alejandro se venera en la capilla del castillo ducal de Pescolanciano.
Traducido para ETF, con algunos cambios, de la noticia breve de Maurizio Misinato en I Santi, que recogemos de Santi e beati.