Guillermo Repin, el sacerdote que encabeza el grupo de los mártires de Angers, era natural de Thouarcé, donde nació en 1709. Ordenado sacerdote, fue unos años coadjutor y luego durante cuarenta años párroco de San Simpliciano en Martigné-Briand. Rehusó prestar el juramento constitucional en 1791 y fue desposeído de su parroquia. Marchó a Angers, donde fue detenido y mantenido en prisión. Cuando las tropas vandeanas ocuparon la capital, fue liberado, pero no pudiendo seguir a las mismas fue de nuevo capturado y llevado a Angers, donde fue «juzgado» el 1 de enero de 1794 y al día siguiente guillotinado con el sacerdote Lorenzo Bátard, nacido en 1744, y párroco de Santa María en Chálons-sur-Loire.