Antonio nació en Coll de Nargó (Lleida) el 27 de diciembre de 1880. Había estado a los doce años interno como enfermo en el asilo-hospital de Barcelona, y allí conoció la Orden de San Juan de Dios, en la que ingresó en 1893 en Ciempozuelos y profesó el 29 de enero de 1899; en esa ocasión tomó el nombre de Protasio. La profesión solemne la haría el 31 de mayo de 1903. Su padre era músico de profesión y de él recibió el gusto y la dedicación musical que le durarían toda la vida. Estuvo destinado en las comunidades de Ciempozuelos, Pinto, Santa Águeda, Carabanchel Alto, Barcelona, Granada, San Baudilio de Llobregat, Madrid, Calafell, Valencia, Gibraltar y Jerez de la Frontera. Fue vicario prior en Calafell (1929-1931) y de San Baudilio (1931-1933) y en tiempo de su martirio era consejero provincial. Se dedicaba, con magnífics cualidades pedagógicas, a la instrucción de los niños enfermos, y procuraba encontrarles colocación a los chicos una vez curados; con ellos formaba coros que ejecutaban obras clásicas y otras compuestas por él mismo. Estaba accidentalmente en el sanatorio de Manresa cuando se inició la guerra civil. A comienzos de agosto se trasladó a Barcelona, vivió en distintas pensiones, y daba clases particulares de música para poder pagar la vivienda. En los primeros meses de la guerra aun salía a pasear por la ciudad, pero luego cobró terror a los grupos anarquistas, y ya no salía de la pensión. El día 11 de diciembre desaprovechó una ocasión para marchar al extranjero, y tres días más tarde, mientras daba clases en una casa particular, llegaron los milicianos, se lo llevaron y lo asesinaron en las afueras de la ciudad. Fue beatificado el 25 de octubre de 1992 por papa Juan Pablo II.