Pedro nace en la noble familia Cambiani en el castillo de Ruffia (Piamonte) alrededor de 1320. En su primera juventud abraza la vida dominicana en el convento de Savigliano. De gran austeridad de vida, eminente por su ciencia y ejemplar en la abnegación de sí mismo, pasó gran parte de su vida en el convento de Turín.
Ejerció su vida apostólica especialmente como inquisidor para la defensa de la vida cristiana, atacada por la herejía valdense, y consumó su vida con el martirio por Cristo y por sus hermanos en la fe cuando fue asesinado en el claustro del convento de Susa el 2 de febrero de 1365. Su cuerpo fue sepultado allí mismo, pero en 1516 fue trasladado a la iglesia de Santo Domingo de Turín. Pío IX, el 4 de diciembre de 1865, con ocasión del V centenario de la muerte del beato, confirmó el culto que se le tributaba desde el tiempo de su martirio.