Nace en Manzanal de los Infantes (Zamora). Es hijo del convento de S. Esteban de Salamanca. En 1610 ya había llegado a Filipinas. Una vez en Japón fue apresado en 1618 y muere en la cárcel a causa de los graves sufrimientos de la prisión el 19 de marzo de 1619, siendo luego su cadáver quemado y arrojado al mar. Se destacó por numerosas virtudes y por una extraordinaria memoria y facilidad para las lenguas. Fue beatificado por SS. Pío IX el 7 de julio de 1867.