Nace en Brienon-l'Archevéque el 12 de febrero de 1753. Se sabe que se ordenó de subdiácono en 1775 pero se ignora la fecha de su ordenación sacerdotal. El 13 de abril de 1766, ya tonsurado, había tomado posesión de un canonicato en la iglesia colegial de su población de origen. Llegada la hora de la Revolución, prestó el juramento constitucional (30 de enero de 1791) pero alegando que entendía que con ello no se separaba de la Iglesia católica y, por eso, cuando el papa Pío VI condenó la constitución civil del clero retractó su juramento, fue el 15 de julio de 1792. Esta retractación lo convirtió en objeto de la continua vigilancia de la municipalidad y se le impuso la obligación de devolver sus sueldos. Lo hizo, y a continuación fue presionado y amenazado acerca de lo que le esperaba, de forma que tuvo la debilidad de volver a decir que se atenía a su primer juramento. Sin embargo, era ya demasiado tarde pues la máquina de la represión estaba en marcha contra él.
El 16 de abril de 1793 dictó sentencia contraria a él un tribunal de lo criminal alegando que su conducta era inconsecuente y que tenía que ser privado de sus medios de subsistencia. Fue llevado a la casa de reclusión de Auxerre el 30 de octubre de 1793. Desde ella pide se le paguen sus sueldos, lo que se le deniega, y se le tiene por refractario. El 27 de abril se fija su marcha para Rochefort. El 19 de junio está ya a bordo del Washington. Consumido por la fiebre y el escorbuto murió el 6 de octubre de 1794, no sin antes haber recibido con gran fervor el sacramento de la penitencia y haber manifestado de forma persistente que quería morir en plena comunión con la Iglesia católica y, para ello, retractaba de la forma más absoluta el juramento de adhesión que hiciera a la constitución civil del clero. Sus primos Juan y Sebastián compartieron su detención y también murieron en Rochefort, Fue beatificado el 1 de octubre de 1995.