Eberhard, que había nacido hacia el 1010, fue el primer conde de Nellenburg, por donación de su padre, conde de Nellenburg y Hedwig. Eberhard estaba casado con Ita, probablemente de la familia de los condes de Kirchberg, y estaba emparentado con los emperadores Conrado II y Enrique III. Precisamente acompañó a este último, en 1046, a la primera campaña en Italia, y recibió por ello el derecho de acuñación de moneda en el territorio de su propiedad de Schaffhausen, en la actual Suiza.
En 1049/1050 fundó en esa ciudad, con el apoyo del papa León IX, el convento de Todos los Santos, y su esposa fundó el de Santa Inés, a los que dotaron ricamente. Eran fundadores laicos, no miembros de ninguno de los dos conventos. Sin embargo, pocos años antes de su muerte, Eberhard hizo una peregrinación a Santiago de Compostela, y posiblemente madurado en relación a ello, a su vuelta ingresó como simple monje en su monasterio, mientras que su esposa ingresó como monja también al que ella había fundado.
Eberhard llevó vida religiosa los últimos seis años de su vida, bajo la regla de San Benito, y murió en fama de santidad el 25 de marzo de 1078. Su esposa también fue considerada beata por su comunidad, pero no está inscripta en el Martirologio. Su culto se perdió con la reforma protestante, pero se conserva en perfecto estado la cripta de la iglesia del monasterio, donde se encuentra la tumba de los dos esposos y el hijo, con la figura de los tres en tamaño natural, hechos antes del 1290 (ver foto).
Hubo en esta misma fecha del 25 de marzo la memoria de un monje de Westfalia llamado Eynardo, del siglo XII, con el que algunos martirologios históricos confunden el nombre de Eberhardo. De allí que en época de los Bolandistas haya habido cierta confusión sobre cuál de los dos era el que recibía culto, y ellos se inclinaron por el otro monje, dejando a Eberhard inscripto entre los "praetermissi" (omitidos) de los días 22 de marzo y 22 de mayo, fechas de algunas traslaciones de reliquias, además de mencionarlo el 25 de marzo en la noticia de Eynardo.
Ver Acta Sanctorum, marzo III, págs. 76, 587, y mayo V, pág. 126; Ökumenisches Heiligenlexikon trae los datos fundamentales en los que se basa el presente artículo.