Era natural de Buñol, provincia de Valencia, donde nació el 25 de octubre de 1880. Se traslada su familia a Valencia, y allí se educa Darío en el colegio de San José, de los PP. Jesuitas, siendo admitido en la Congregación Mariana. Con dieciséis años ingresa, el 28 de septiembre de 1896, en la Compañía de Jesús, donde hizo el noviciado y la profesión religiosa, siguiendo los estudios y ordenándose sacerdote. Sus últimos votos los emitió en 1915. Estuvo en Veruela, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca, y por fin fue prepósito de la Casa Profesa de la Compañía en Valencia, y operario en la misma casa, sobresaliendo por su trabajo apostólico. Llegada la República y disuelta la Compañía, la comunidad se dividió en dos grupos o «caetus», a los que el P. Hernández dirigió y apoyó con toda diligencia, dedicándose como sacerdote principalmente al ministerio del confesionario y la dirección espiritual. Tras el 18 de julio de 1936 pasó de un refugio a otro porque era expresamente buscado, hasta que a comienzos de septiembre fue encarcelado. Procuró dar ánimo y consolar a los demás sacerdotes presos con él. El 29 de septiembre de 1936 fue llevado al Picadero de Paterna y allí fusilado. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.