Cristóbal Robinson nació en Wooodside, Cumberlad. No sabemos sobre él más que unos pocos datos elementales, a pesar de que poseemos de su propia autoría el relato muy vívido del martirio de san Juan Boste, que Cristóbal presenció y describió (ese texto se publicó en el primer volumen de las publicaciones de la Catholic Record Society, en 1905).
Fue admitido en el Colegio Inglés de Reims en 1589, por lo que, atendiendo a la edad habitual de los postulantes (pero es sólo conjetura), pudo haber nacido poco antes del 1570. Fue ordenado y enviado a la misión inglesa en 1592.
Fue en 1594, mientras desarrollaba su tarea de misionero, que presenció y narró el martirio mencionado. Con posterioridad a ese año fue prendido y puesto en la cárcel. Tuvo allí conversaciones con el obispo protestante Robinson -su mismo apellido, pero se desconoce si estaban emparentados- quien intentó, como solía hacerse en estos casos, con explicaciones, amenazas y halagos hacerlo abrazar el protestantismo. El mártir no se dejó seducir, y fue finalmente condenado a muerte por violación del Estatudo de la Reina, en el punto de ordenación en el extranjero y ejercicio clandestino del ministerio, lo que se consideraba alta traición.
Fue colgado, arrastrado y descuartizado, como era costumbre, y su muerte atrajo múltiples espectadores, lo que sucitó también numerosas conversiones que evocaban su constancia y mansedumbre, así como la dulzura de sus palabras. Lamentablemente no ha quedado un registro fiable de su fecha de muerte, que se suele situar en el 1597 o 98. tampoco el día y el mes son conocidos; la fecha actual, 31 de marzo, es la elegida por el Martirologio Romano actual para inscribirlo, aunque se mencionan también el 19 de agosto o el 7 de abril.
Ver artículo en Catholic Encyclopedia, y Challoner, Memoris of Missionary Priests, I, pág 216. En la imagen: memorial de Christopher Robinson en la iglesia católica de Nuestra Señora y San José, en Carlisle.