Gaetana Tolomeo, llamada "Nuccia", nació en Catanzaro el 10 de abril de 1936. A los dos años le diagnosticaron una malformación de las extremidades con parálisis progresiva. La enfermedad le impidió un desarrollo normal del cuerpo, por lo que tuvo que vivir toda su vida entre la silla y la cama en su casa. Debido a su estado, se adentra cada vez más en su particular llamada a seguir a Cristo sufriente.
En 1952 participó en una peregrinación a Lourdes donde se ofreció como víctima por los pecadores, ofrecimiento que luego renovó especialmente por los sacerdotes. Su casa se convirtió en un lugar de encuentro, oración y formación cristiana. Nuccia transformó, por amor a Cristo, su debilidad en un apostolado para la redención del hombre: "Te ddoy gracias, Jesús, por haberme crucificado por amor".
Murió el 24 de enero de 1997 en Catanzaro (Italia).
Para la beatificación de Nuccia, la Postulación de la Causa presentó a la Congregación el presunto hecho milagroso, atribuido a su intercesión, de la continuación del embarazo de una señora de Catanzaro (Italia), en 2014, al que había puesto de manifiesto una ecografía un embrión anidado en el canal cervical del útero y que, a pesar de las múltiples invitaciones a abortar, aunque consciente de los riesgos, decidió continuar con el embarazo. Una ecografía posterior mostró que el feto se encontraba intrauterino y en evolución normal por lo que hubo una continuación fisiológica del embarazo hasta el nacimiento, por cesárea, de un bebé perfectamente sano. La iniciativa de invocar a la beata la tomó el capellán del hospital al que se unieron la señora, otras madres hospitalizadas y su marido.