Nace en Poitiers, Francia, el 7 de Mayo de 1684, cuarta de ocho hermanos. Crece en una familia cristiana, donde prima la autoridad y carácter de la madre, por encima del espíritu conciliador, comprensivo y sereno del señor Trichet. No pertenecen a la nobleza, pero gozan de prestigio y buena educación. Desde muy pequeña María Luisa muestra su inclinación por una vida de unión con el Señor, oración y servicio, pero cree que su vocación se realizará en algún convento de monjas de su epoca.
Su vida cambia con la llegada de san Luis María de Montfort a su ciudad, en 1701, donde su hermana -que ha conocido y escuchado al santo misionero en una predicación- le invita a conocerlo. Así inicia una larga y profunda amistad con este sacerdote que la invitará y probará en su vocación religiosa. A la edad de 17 años, impulsada por Montfort, María Luisa decide dejar a sus padres e irse a vivir con los pobres y enfermos de la ciudad hacinados en el Hospital General de Poitiers, y donde solo se ve abandono, hambre, dolor y miseria. Allí empieza una vida de entrega total al servicio de los marginados y excluidos de su tiempo. Recibe de manos de Montfort el hábito de las Hijas de la Sabiduría el 2 de febrero de 1703 y a partir de la fecha se convierte en la co-fundadora de la comunidad. Vivirá en este hóspital general durante 10 años probando su vocación religiosa, su espíritu solidario y profético, en espera del sueño de hacerse religiosa y de tener una comunidad con quien consolidar su carisma.
En 1713 Montfort la invita a dejar el hospital para ir a otra región, y empezar una nueva misión, ya no con los enfermos y pobres de Poitiers, sino con los niños y niñas de Rochelle, que no tienen posibilidad de estudiar en dicha ciudad. Es la ruptura total con su familia, su vida de hospital, sus pobres, sus costumbres, su ciudad y empezar una nueva etapa con mayor grado de pobreza, austeridad y bajo la compañia de sólo una religiosa, Catalina Brunet, que ha decidido acompañarla en este viaje. Será el inicio de muchas fundaciones apostólicas, donde primará el servicio a los pobres, los enfermos, los niños, las victimas de la guerra, entre otros.
María Luisa consolida una comunidad que rápidamente se extiende por toda Francia. Será la superiora de la Congregación hasta el día de su muerte, el 28 de abril de 1759, exactamente a la misma hora, fecha y lugar que lo hiciera Montfort 43 años antes, en San Lorenzo-sur-Sevre. Fue beatificada por SS Juan Pablo II el 16 de mayo de 1993.