Miguelina Hordáshevska nació el 20 de diciembre de 1869 en Lvov, en el seno de una familia numerosa, honrada y laboriosa, de rito bizantino. Tuvo que renunciar a los estudios para dedicarse al trabajo, a fin de ayudar económicamente a los suyos. Sensible e interesada en la vida espiritual, encontró un óptimo guía en el misionero basiliano padre Jeremías Lomnitskyj, que apoyó su deseo de consagrarse al Señor. A los 20 años emitió el voto de castidad. En 1892 abandonó el proyecto de entrar en el monasterio de clausura de las monjas basilianas, y juntamente con el padre Jeremías fundó el instituto de las religiosas Esclavas de María Inmaculada, al servicio del pueblo.
El 24 de agosto de 1892 vistió el hábito religioso, tomando el nombre del gran obispo y mártir ucraniano san Josafat Kuntsevych. Así nació la congregación de Esclavas de María Inmaculada, la primera de vida activa para la asistencia a los hijos de campesinos, a los enfermos y a los pobres de las comarcas, así como para la instrucción de los analfabetos y los marginados. Falleció el 25 de marzo de 1919 y fue beatificada por SS Juan Pablo II en su viaje a Ucrania el 27 de junio de 2001.