Transcripción de la parte biográfica del Decreto «Super Martyrio» correspondiente a las beatas.
«Jesús recuerda cuánta gente es perseguida y ha sido perseguida sencillamente por haber luchado por la justicia, por haber vivido sus compromisos con Dios y con los demás» (Francisco, Exhortatio Apostolica Gaudete et Exsultate, 90).
Esta idea del Papa Francisco puede iluminar la vida y la muerte de las Siervas de Dios María del Carmen Lacaba Andía y de sus Compañeras, Religiosas Concepcionistas de la Federación de Santa Beatriz de Silva. Todas ellas, abriéndose a la acción de la gracia, supieron leer con profunda mirada de fe la voluntad de Dios, que les indicaba un nuevo horizonte del anuncio evangélico, esto es el supremo testimonio de la vida. En el contexto particularmente dramático de la persecución anticristiana y de la guerra civil española (1936-1939), ellas dieron un admirable ejemplo de fe madura y de total disponibilidad al servicio del prójimo, sostenidas por un profundo espíritu de oración y de una granítica esperanza frente a la muerte.
El curso de su existencia se había distinguido por una asidua búsqueda de la voluntad de Dios y por un heroico ejercicio de las virtudes. En la oración y en el recogimiento habían madurado una profunda comunión con el Señor y un abandono confiado en la Divina Providencia. Completamente olvidades de sí mismas María del Carmen Lacaba Andía y sus Compañeras con la más absoluta sencillez todo lo habían orientado a la mayor gloria de Dios y a la salvación del prójimo. La caridad, por ello, brotaba límpida de su corazón y se derramaba, con humildad y dulzura, hacia todos con los que se encontraban. Su perfil se delinea límpidamente en la óptica de aquel “genio feminista” protagonista también en el campo social, proclamado por el Santo Padre Juan Pablo II, que el martirio ha coronado de nueva gloria.
1. La Sierva de Dios María del Carmen Lacaba Andía, en el siglo Isabel, nació en Borja (Zaragoza) el 15 de enero de 1882, siendo sus padres Juan Lacaba Arilla y María Andía Ceric. Fue bautizada el 16 de enero de 1882 y confirmada el 15 de abril de 1890. Era la cuarta de los seis hijos que tuvo el matrimonio. Sus padres eran modestos trabajadores capaces de crear en la familia un clima verdaderamente cristiano. Al padre le gustaba leer y comentar, el día anterior a los domingos y a las fiestas, las lecturas de la Celebración Eucarística, a la mujer y a los hijos. En casa, la joven Isabel, cuidaba de los hermanos más pequeños, le gustaba estudiar y, contemporáneamente, se dedicaba también al estudio de la música, actividad que perfeccionaría después en el Monasterio. Trabajó como sirvienta en un chalet, no sólo ayudando a sus dueños, sino también trabajando por su interés, siendo puntual y demostrando una gran capacidad de trabajo. Con 18 años le manifestó a su madre su deseo de consagrarse al Señor. La madre, que había trabajado en el Monasterio de las Concepcionistas de Borja, la puso en contacto con ellas. Sin embargo a los 19 años, Isabel prefirió entrar en el Monasterio de la calle Sagasti de Madrid, el 3 de noviembre de 1902. Acogida por la Comunidad, el 12 de febrero de 1903 vistió el hábito recibiendo el nombre de Sor María del Carmen Lacaba, iniciando así el año de noviciado y el 9 de marzo de 1904 hizo la profesión de votos simples y el 10 de marzo de 1907 la de votos solemnes en manos de la Abadesa Petra de San José. Con cuarenta años fue nombrada Maestra de Novicias y en el capítulo de 1935 fue elegida Abadesa por unanimidad. Sufrió el martirio el 8 de noviembre de 1936.
Junto a ella encontraron la muerte las compañeras del Monasterio de Madrid:
2. Sor María del Pilar de los Desamparados (en el siglo: Petra Manuela Pairós Benítez). Nació en Pamplona el día 29 de abril de 1863, hizo sus votos solemnes el 29 de noviembre de 1888 y fue inmolada “in odium fidei” el día 7 de noviembre de 1936.
3. Sor María de la Asunción (en el siglo: Eustaquia Monedero de la Calle). Nació el 20 de septiembre de 1884 en Anaya (Segovia), hizo su profesión solemne en el mes de septiembre de 1893, y fue sacrificada el día 7 de noviembre de 1936.
4. Sor María del Santísimo Sacramento (en el siglo: Manuela Prensa Cano). Nació en El Toboso (Toledo) el día 25 de abril de 1887, hizo sus votos solemnes en diciembre de 1909 y fue inmolada el día 7 de noviembre de 1936.
5. Sor María Balbina de San José (en el siglo: Manuela Balbina Rodríguez Higuera). Nació en Madrid el día 10 de marzo de 1886, hizo su profesión solemne el 12 de enero de 1924 y fue sacrificada el día 7 de noviembre de 1936.
6. Sor María Guadalupe de la Ascensión (en el siglo: Mª de las Nieves Rodríguez Higuera). Hermana de Sor María Balbina, nació en Madrid el día 5 de agosto de 1892, emitió sus votos perpetuos el 7 de noviembre de 1932 y fue inmolada el 7 de noviembre de 1936.
7. Sor María del Pilar (en el siglo: Clotilde Campos Urdiales. Nació en Valdealcón (León) el día 6 de julio de 1897, hizo su profesión solemne el 2 de mayo de 1928 y fue inmolada el 7 de noviembre de 1936.
8. Sor María de Jesús (en el siglo: Basilia Díez Recio). Nació en Moradilla del Castillo (Burgos) el 14 de julio de 1889, hizo su profesión solemne el día 15 de julio de 1925 y fue sacrificada el día 7 de noviembre de 1936.
9. Sor María Juana de San Miguel (en el siglo: Juana Josefa Ochotore Aniz. Nació en Arraiza (Navarra) el 27 de diciembre de 1860, emitió sus votos solemnes el 27 de enero de 1893 y fue inmolada el 7 de noviembre de 1936.
10. Sor María Beatriz de Santa Teresa (en el siglo: Narcisa García Villa). Nació en Nava de los Caballeros (León) el 18 de marzo de 1908, hizo su profesión solemne el 19 de marzo de 1929 y fue sacrificada el 7 de noviembre de 1936.
Las Concepcionistas del Monasterio de El Pardo que derramaron su sangre:
11. Madre Inés de San José (en el siglo: Inés Rodríguez Fernández). Abadesa. Nació en Avedillo (Zamora) el 2 de noviembre de 1889, hizo sus votos solemnes el 17 de abril de 1910 y fue sacrificada el día 22 de agosto de 1936.
12. Sor María del Carmen de la Purísima Concepción (en el siglo: María del Carmen Rodríguez Fernández). Hermana de M. Inés de San José, nació en Avedillo (Zamora) el día 28 de octubre de 1895, emitió sus votos solemnes el 28 de enero de 1919 y fue inmolada el 22 de agosto de 1936.
Las Concepcionistas del Monasterio de Escalona que derramaron su sangre:
13. Madre María de San José (en el siglo: Josefa Itoiz). Abadesa. Nació en Pamplona, el 3 de marzo de 1871. Emitió sus votos perpetuos en 1897. Trasladada por los milicianos a la Dirección General de Seguridad de Madrid, el día 17 de septiembre de 1936 desapareció sin dejar rastro.
14. Sor María de la Asunción (en el siglo: Asunción Pascual Nieto). Nació en Villorobe (Burgos) el 14 de agosto de 1887 y tomó el hábito concepcionista el 31 de octubre de 1909. Desapareció también de la Dirección General de Seguridad de Madrid, sin dejar huella alguna el 17 de septiembre de 1936.
La fama del martirio de las Siervas de Dios se difundió en la comunidad eclesial, por lo que del 1 de julio de 2008 al 15 de marzo de 2010 se celebró en la Curia eclesiástica de Madrid el Proceso diocesano, cuya validez jurídica fue reconocida por esta Congregación con decreto del 12 de febrero de 2012. Preparada la Positio, tuvo lugar la Sesión de la Comisión Histórica el 10 de junio de 2008. Por consiguiente se discutió, según el uso habitual, si las muertes de las Siervas de Dios fue un verdadero martirio. El 11 de mayo de 2009 se celebró el Congreso Peculiar de los Consultores Teólogos que expresó su parecer favorables. Los Padres Cardenales y Obispos en la Sesión Ordinaria del 8 de enero de 2019, presidida por mi Card. Angelo Becciu, han reconocido que las susodichas Siervas de Dios fueron asesinadas por su fidelidad a Cristo y a la Iglesia.