Los Seglares Claretianos son el fruto de un sueño de san Antonio Mª Claret, que, adelantándose a su época, entre sus numerosas iniciativas misioneras, empezó a promover a mediados del siglo XIX diferentes asociaciones cristianas de laicos convencido de que había llegado el tiempo en el que los seglares debían implicarse en el anuncio de la Palabra de Dios y adoptar un papel activo en la misión evangelizadora de la Iglesia. Retomando el espíritu de su fundador, los Misioneros Claretianos Hijos del Inmaculado Corazón de María, también impulsaron a lo largo del siglo XX diferentes grupos de colaboradores y laicos asociados a sus obras. En 1979, el XIX Capítulo General de la Congregación decidió animar a estas asociaciones apostólicas de laicos a organizarse y funcionar de manera autónoma, iniciando un proceso que desembocaría en el nacimiento del Movimiento de Seglares Claretianos, el 10 de julio de 1983, en el marco de la Asamblea General constituyente celebrada en la localidad colombiana de Villa de Leyva.
El 20 de abril de 1988 el Consejo Pontificio para los Laicos decretó su reconocimiento como asociación internacional de fieles.
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- Identidad
- Los Seglares Claretianos son cristianos que tratan de hacer propia la misión de Jesús en el mundo, vivir las exigencias del Reino y prestar en la Iglesia un servicio de evangelización según el carisma y el espíritu de san Antonio Mª Claret desde la identidad seglar, viviendo plenamente insertos en el mundo y en el tiempo. Los miembros se comprometen a ser testigos del Evangelio en las condiciones ordinarias de la vida matrimonial, familiar, laboral, social, y a cooperar en la construcción de la Iglesia local como comunidad de fe, esperanza y caridad. Forman parte de la Familia Claretiana, con la que comparten una misma raíz carismática y, dentro de la misma, se configuran como rama propia con organización autónoma.
- Estructura
- El Movimiento de Seglares Claretianos está organizado en tres niveles: local, regional y general (mundial).