La Juventud Estudiantil Católica Internacional nació en Europa como parte de los Movimientos de Acción Católica que empezaron a desarrollarse a partir de los años veinte. Su difusión, interrumpida por la segunda guerra mundial, se retomó con la constitución de Friburgo, Suiza, del Centre International de Documentation et d’Information, que en 1954 asumirá la denominación de Jeunesse Étudiante Catholique Internationale. Desde la definición inicial de la JECI, que se reconoce en la tradición de la Acción Católica especializada, emergen los trazos de un movimiento educativo y apostólico para la evangelización del mundo estudiantil secundario y universitario; la importancia del equipo de base como célula de comunidad estudiantil; el compromiso militante para la transformación del mundo.
Se remonta a los años setenta la estrecha colaboración con el Movimiento Internacional de los Estudiantes Católicos (ver pág.
231), que ha llevado a la creación de la Coordinación Internacional JECI-MIEC y a la elaboración de un Proyecto pastoral común.
Reconocida por la Santa Sede como organización internacional católica, la JECI es miembro de la Conferencia de las OIC.
En cuanto ONG, tiene estatuto consultivo ante el ESOCOC y la UNESCO.
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- Identidad
- La JECI se propone formar estudiantes para que sean protagonistas y agentes de cambio social, siguiendo las huellas de Jesucristo, Señor de la historia, y dando testimonio de los valores evangélicos. La pedagogía del movimiento, fundada sobre la llamada “revisión de vida”, lleva a adquirir conciencia de las situaciones, a analizar críticamente a la luz del Evangelio y de la fe, a comprometerse para conseguir la justicia y la paz, para el crecimiento integral de las personas y para un desarrollo sostenible. La JECI realiza sus propios objetivos colaborando con otras organizaciones que están presentes en el mismo ámbito; sosteniendo el nacimiento de movimientos estudiantiles con los mismos fines; promoviendo diálogo, intercambio de experiencias y ayuda recíproca entre sus movimientos miembro.
- Estructura
- Órgano supremo de la JECI es el Consejo mundial, que se reúne cada cuatro años y está presidido por un Praesidium, constituido por el Secretariado general y por tres delegados de movimientos nacionales miembros o colaboradores. El Consejo mundial está asistido por el Secretariado general, compuesto por un equipo permanente constituido por el Secretario/a general, el Asistente eclesiástico y por otro miembros cuyo número lo decide el Consejo mundial. Existen Secretariados continentales operativos en África, Asia, Europa, Oceanía y Sudamérica. A la JECI se puede pertenecer como movimientos miembro (asociaciones de estudiantes católicos reconocidas por las respectivas Conferencias episcopales) y como movimientos colaboradores (asociaciones de estudiantes católicos existentes a nivel nacional o representativas de una etnia importante en un determinado país).