A finales de los años 50, la convicción de la importancia de estar presente entre los jóvenes, a quienes enseñaba religión, llevó a Don Oreste Benzi (1925-2007), sacerdote de la diócesis de Rímini (Italia), a iniciar una serie de actividades para favorecer un “encuentro simpático con Cristo” para hacer participar a la mayor parte de adolescentes que en su formación tienen encuentros decisivos con todos menos con Cristo. Parte de este proyecto fue la construcción de una casa de vacaciones en la montaña en la que miles de muchachos alejados de la Iglesia y en peligro de descarrío pudieran hacer, y todavía hacen, una experiencia liberadora para elegir los valores cristianos, haciendo que sean parte del propio ciclo vital. En 1968, con un grupo de jóvenes, que se ofrecieron para pasar sus vacaciones animando los encuentros en la montaña, y con otros sacerdotes, Don Benzi inició la “Comunidad Papa Juan XXIII”.
El encuentro con personas que “en la vida no podrían valerse por sí mismas” (discapacitados, marginados, excluidos, olvidados) y la disponibilidad total de algunos jóvenes hizo posible que en 1972 se abriera la primera “casa familia” en Coriano, provincia de Rímini.
El 7 de octubre de 1998, el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de la asociación Comunidad Papa Juan XXIII como asociación internacional de fieles.
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- Identidad
- La vocación de los miembros de la Comunidad consiste en conformar la propia vida con Cristo que cumple constantemente la voluntad del Padre. Movidos por el Espíritu a seguir a Jesús pobre y siervo, se comprometen a compartir la vida de los últimos viviendo con ellos, haciéndose cargo de su situación, poniendo su hombro bajo su cruz. El amor a los hermanos pobres tiene que llevar a eliminar las causas de las necesidades y lleva a la Comunidad a un serio compromiso social para construir un mundo más justo y ser voz de los que no tienen voz. Esta vocación se vive dando espacio a la oración y a la contemplación, llevando una vida pobre, dejándose guiar en la obediencia, viviendo la fraternidad según el Evangelio.
- Estructura
- La Comunidad está dirigida por un Responsable General elegido por los miembros delegados. La Comunidad está dividida en zonas guiadas por responsables elegidos por los miembros de la zona. El Responsable General y los Responsables de Zona forman el Consejo de Responsables. Los miembros se agrupan en núcleos distribuidos en todo el territorio donde la Comunidad está presente. La Comunidad establece diferentes sectores de intervención, denominados “Servicios Generales”, a los que se confían mandatos específicos para compartir y actuar sobre las cuestiones más amplias de la pobreza y la injusticia[MP1] . Los miembros efectivos de la Comunidad son aquellos que han reconocido en sí mismos una vocación definitiva y han sido confirmados en ella por el Consejo de Responsables.